«Penetre en la oscuridad; penetre más adentro. Más adentro todavía. ¿No ha ligado aún? Pues no sé a qué espera. Esto es, realmente, la guerra, como bien dice el nombre del local. Tres pisos con muchos laberintos y oscuridades -insisto- abismales. Vídeos porno-gay que conseguirían erotizar al mayor macho de la remonta (supongo). Unas 300-400 pesetas la copa. Ligue seguro, en casi todas sus variantes. Se recomiendan ciertas prevenciones. Un sitio fuerte, muy fuerte. La oscuridad al poder». Así reseñaba el periodista Rafa Marí en su libro Valencia a todas horas (Arnao Ediciones, 1988) el local La Guerra, sito en la calle Quart. Es lo que años después sería El Víbora, que echó el cierre por la pandemia, y lo que en el futuro se convertirá en House of Varietats.
La House of Varietats, «una asociación cultural autogestionada y sin ánimo de lucro especializada en contenidos LGTBI y el universo drag», quiere volver a dar funcionalidad a todo el edificio. Acogería un pub, un local social, un cine y un showroom. Para poder financiar el proyecto han abierto un crowdfunding que lleva recaudado, por ahora, una cuarta parte.
Detrás de la iniciativa se encuentran Lucía Poncelas, presidenta de la asociación y directora artística y coordinadora del proyecto; Glamniss, secretaria de la asociación, artista, acomodadora y mediadora; Mike Montesinos, vicepresidente y diseñador gráfico y decorador y Alba Pelagio, tesorera y experta en serigrafía y diseño de producto. Junto a ellos, artistas y colaboradores varios como Las hermanas Pintoresque, Fabián, Sam y Bea, Laura, Virginia y Ángel…
«La idea de la House of Varietats surge de dos conceptos diferentes», explica Lucía Poncelas, «Varietats, una fiesta que pusimos en marcha durante la crisis covid para crear un evento compatible con las restricciones y con la idea de modernizar los teatros de variedades y, una vez supimos del edificio sin uso, de la idea de crear una escuela drag, que finalmente derivó en un pub que seguirá el camino marcado por Varietats y un edificio multicultural».
¿Cómo se acomete un proyecto así en plena pandemia?
Sabíamos que era un proyecto ambicioso, pero precisamente estar en pandemia nos dio la oportunidad de poder trabajar con más calma la idea al no tener tanta presión de calendario. Creo que cualquier persona que se dedica a un sector tan afectado por la pandemia como el nuestro ha pasado por diferentes fases mentales, y planificando cómo sería la vuelta a la “normalidad” la idea de la House of Varietats parecía tener aún más fuerza. Porque sí, queremos volver a salir, queremos volver a reunirnos, pero también queremos que este año, y lo que queda, marque un antes y un después en el mundo cultural y del ocio nocturno.
¿Quedan restos en el edificio de lo que fue La Guerra?
Desde el primer momento que supimos del edificio supimos también de La Guerra, aunque no mucho. Hemos hablado con diferentes personas y hemos investigado para poder saber más, ya que prácticamente no hay nada de información en archivos ni internet. Creo que la historia del edificio le da un valor añadido, es importantísimo disponer de un espacio como este en una ubicación como El Carmen y no dejar que los edificios históricos y con historia se pierdan en el olvido y se estropeen por la falta de uso. En el edificio quedan algunas cosas, muchos cuadros y obras de arte y algunas sorpresas estructurales que estamos intentando mantener al máximo posible. ¡Hay sorpresas preparadas con objetos y recovecos del edificio!
La idea, más allá de lo que hasta ahora ha sido El Vïbora, es que el proyecto ocupe todo el edificio.
Correcto. El proyecto de la House of Varietats es el edificio entero, cinco plantas dedicadas al arte y la creación cultural. Dividimos el edificio en dos en base a su actividad, el pub, Varietats en el bajo del edificio y La House, la asociación cultural, en el resto.
La House, ocupando el resto del edificio, tiene tres espacios diferenciados en cada una de las plantas. Encima del pub, el local social, un punto de reunión, una biblioteca especializada en lecturas LGTBI y feminismo y una sala multifuncional. El cine, mitiquisimo de La Guerra y donde conservamos las butacas, la pantalla, cuadros… y dónde obviamente disfrutaremos de proyecciones, pero también de teatro, charlas y performances. Y, finalmente, en el ático, la showroom, un espacio especializado en productos para el drag y punto de venta físico para marcas locales y nacionales. Además, la ofi, siempre abierta para que cualquier persona nos proponga su proyecto, nos cuente sus ideas, nos pida ayuda…¡y se una a la familia!
¿Cuál sería la hoja de ruta una vez concluya el crowdfunding?
Estamos trabajando en paralelo al crowdfunding, ya que la plataforma permite ir disponiendo del dinero conforme se va necesitando. Ahora mismo estamos ya dentro del edificio y hemos empezado la reforma, estamos aún en la fase de vaciado, pero en las próximas semanas estaremos ya con la instalación eléctrica, fontanería y pintura. Obviamente la disponibilidad del dinero marca los tiempos de la reforma, y cuando hayamos conseguido el máximo posible y la obra haya avanzado suficiente, podremos marcar, si la situación sanitaria lo permite, una fecha de apertura más concreta y empezar a programar actividades, coomo mínimo una cada día de la semana, y permitir a la gente unirse como socies a la asociación.
¿Qué actividades serán esas que se realizarán en la House? ¿Qué capacidad tiene?
Por un lado, en el pub, tenemos un aforo de más de 80 personas. Será un espacio dedicado al espectáculo y la música en directo. Queremos tener un show diario e intentar aportar nuestro granito de arena para volver a llenar el barrio de vida y cultura. Y por otro lado, en La House, la asociación, tenemos un aforo de unas 50 personas por sala, es decir, un total de 150 personas. Aunque al tratarse de una asociación podremos jugar de una forma diferente con las capacidades de cada sala, siempre respetando las medidas de seguridad y la disposición más óptima posible.
Respecto a las actividades, como ya he comentado, nuestra idea es tener, como mínimo, una actividad cada día de la semana. Proyecciones, charlas, showrooms, exposiciones, debates y mesas redondas, performances, teatro, actuaciones musicales…¡y muchos cursos y masterclasses! Suena un poco amplio, pero al disponer de tres plantas con disposiciones tan diferentes, tendremos la capacidad de organizar y acoger diferentes tipos de actividades.