Aullido Atómico (Quique Gallo, Don Rogelio J, Jussi Folch). Foto: Raquel Norte.

Aullido Atómico titularon Hedonismo su cuarto disco. Era pura ironía. Entonces no sabían que se quedarían cortos. Una pandemia, un confinamiento, unas mascarillas, todo por los aires. Todo menos las canciones, que ahí siguen, sonando con la misma fuerza y orgullo con que fueron registradas. La banda sonora de nuestros días, con virus o sin, con cierta melancolía festiva compensada por unas letras que arañan, el punk como actitud.

Para este nuevo álbum contaron con la colaboración de Miguel Molina (Tercer Sol), Ernest Aparici (Las Víctimas Civiles), Fer Boneto (Mr. Perfumme) y Charlie Milf. En la producción con la ayuda de Oskar Benas. El parto fue en el estudio de grabación El Maco, en la Barraca d’Aigües Vives (Alzira). Incluyeron por primera vez una canción en valenciano, siguieron aumentando su espectro sonoro, pero por encima de todo continuan sonando a Aullido Atómico. Es decir, a Quique Gallo a la batería y coros, Jussi Folch al bajo y coros, y Don Rogelio J a la guitarra y voz. Con este último, hablamos sobre el disco y la situación actual de la banda.

Empezamos la entrevista (casi) de la misma manera que la que os hicimos por vuestro anterior trabajo. Cuatro discos, cuatros sellos (esta vez autoeditados). ¿Qué tenéis que decir?

No hemos sido nosotros (risas). Bueno, siendo sinceros, los sellos hoy en día no importan mucho, incluso los discos en formato físico tampoco… La autoedición musical tiene la misma manera de funcionar que la autoedición. Los discos solo se van a vender en los conciertos, no hay distribución fuera del circuito del directo, así que lo más práctico al final es hacerlo tú mismo todo. Antes del coronavirus claro está.

Destacabáis en aquella charla que la grabación de “Decadencia” (su disco anterior) con Raúl Pérez supuso “Desvincularnos de todo y centrarnos solo en grabar”. Pero en “Hedonismo” optastéis por no repetir la experiencia y grabar cerca de casa, con la ayuda de Oskar Benas.

La primera idea era volver a grabar con Raúl, pero por cuestiones personales nos fue imposible y tuvimos que amoldarnos a un sitio más cercano y menos aislado. Donde fuese todo más facil a nivel de gestión. Nos trajimos a Oskar para tener una visión externa, que siempre ayuda y, además, pudimos colaborar con un montón de amigos que grabando en Sevilla hubiera sido imposible.

Los discos de Aullido Atómico siempre han tenido una amplitud de miras, desde el punto de vista sonoro. En “Decadencia” los aires latinos tuvieron más presencia. En “Hedonismo” la expansión es mayor aún si cabe, pero esa variedad a su vez no se traduce en un disco incoherente, sino todo lo contrario, ¿estáis de acuerdo?

Totalmente. Es una virtud que tenemos. Lo único en lo que nos fijamos a la hora de meter un tema en el disco es si suena a Aullido o no. No tanto en el género, el tempo, el discurso , la carencia… al final todo eso no importa tanto como que las canciones tengan la personalidad de la banda, que sinceramente es algo que ni nosotros mismos sabemos lo que es. Pero sí que es fácil al escuchar un tema si suena o no suena a nosotros. Muchas veces las ideas que llevamos al local no tienen nada que ver con el rollo que estamos levando para el disco, pero en ocasiones, podemos hacer que lo acabe teniendo.

Más allá de que en «Valenciocracia» cantéis «Madre, el negro es mi color», ¿es este vuestro disco más negro?

Sí, hay unos cuantos temas más clasicorros que trajo Kike, que en este disco ha estado más participativo en la composición que en ningún otro.

En “Hedonismo” aparece vuestra primera canción en valenciano y hace unos meses grabastéis una versión de “Senyoreta X” de Julio Bustamante.

Sí, ¿por que no? Yo personalmente estoy muy a gusto cantando en valenciano. Otra cosa es poder escribir letras que me gusten. Justo en «Estat fet per a tu» la letra es bastante simplona, pero no le hacia falta más al tema, así que adelante.

Aullidizar el tema de Bustamante fue super divertido la verdad, nos lo pasamos genial, ademas ese disco esntero es una pasada.

El hecho de grabar en Alzira facilitó la colaboración de unos cuantos músicos valencianos. ¿Qué creéis que aportan a las canciones? ¿Cómo surgieron sus participaciones? ¿Una vez acabadas las canciones vistéis la necesidad de las colaboraciones o fue algo más improvisado?

Eso de improvisar en el estudio es de otras ligas. Nosotros vamos con todo muy trabajado para estar lo menos posible allí. Las canciones, ya acabadas en el local, nos iban pidiendo algunos arreglos que, al grabar cerca de casa, pudimos meter con la ayuda de los amigos. Los temas funcionan sin esos arreglos en directo, pero la grabación es otra historia. Yo, personalmente, disfruto mucho esos arreglos que a priori nunca hubieran entrado en una banda como Aullido.

El disco se titulaba irónicamente “Hedonismo” ajeno a lo que ocurriría meses después en todo el mundo. ¿Cuál es vuestra relación con el álbum? ¿Lo seguís viendo como un disco reciente a pesar del tiempo que ha pasado desde su publicación?

Utilizamos Hedonismo de una manera totalmente irónica y la pandemia ha aumentado todavía más ese sentido. Ya cuando salió el disco lo teníamos un poco aborrecido, porque tuivimos que retrasar muchas veces su grabación y la verdad es que era un disco maldito para nosotros. Aún no sabíamos que la peresentación iba a ser cancelada por una pandemia mundial.

¿Cómo vive esta situación actual un grupo como Aullido Atómico, auténticos animales de directo (aunque en la presentación de “Decadencia” en la sala Wah Wah se os vio algo incómodos)?

Ese concierto que dices fue bastante incómodo sí, hubo muchos problemas técnicos en el escenario y se hizo dificil tocar, pero bueno….

La situación actual es un completo desastre para la música en directo. Hemos readaptado un poco el set haciendolo más acústico y hemos podido tocar 4 ó 5 conciertos durante estos meses… pero en fin.

El anterior álbum se llamaba “Decadencia” y precisamente una canción con ese título cierra “Hedonismo”. ¿Casual, ya existía la canción y quedó fuera de aquel disco, una broma interna colocarla justo ahí?

Sí, algo así. Era un tema descartado del anterior disco del cual reciclé la letra y se la pusimos a una nueva melodia que había por ahí. Justo esa canción se llamaba Decadencia, que nos gustó como nombre de disco, pero era un tema descartado.

Precisamente esa canción, “Decadencia”, se asemeja mucho a las presentaciones que a veces acompañan algunas canciones vuestras en directo, y el tratamiento instrumental le da cierto aire escénico.

Sí, es algo que me gusta hacer. No limitarme a letras cortas ceñidas por la melodia y la métrica… Tirar un poco de textos largos y más libres. Últimamente estoy experimentando por ahí, me divierte. Un poco rollo rap (risas).

El coronavirus ha afectado directamente al disco y el recorrido que pudiera haber tenido (conciertos, ventas…). Cuando todo esto acabe, ¿retomaréis Aullido Atómico en ese punto o ya tenéis nuevas canciones?

Pues es la pregunta del millón. A priori no estamos componiendo para Aullido porque al tener este disco ahí en la recamara prácticamente sin girar… Como todos tenemos otros proyectos, estamos más centrados en otras cosas para ver como se va resolviendo la cosa. El tiempo dirá.