Joana Serrat. Foto: Andrea Font.

Joana Serrat publicó el año pasado su quinto disco, Hardcore from the Heart (Great Canyon Records/Loose Music), donde daba un paso más en su manera de entender el folk, o la música en general. Sin renunciar a esas raíces americanas con las que se dio a conocer, emergían pasajes o tratamientos cercanos al dream pop o la psicodelia que puede que ya estuvieran antes, pero como meros esbozos semiescondidos. En lo que no han cambiado sus canciones es en el sentir emocional que las caracteriza.

La cantautora catalana actuará este sábado, 28 de mayo, a partir de las 18.30h, en el Deleste. El festival, que celebra su décima edición cuenta, además, en el cartel con Imelda May, The Sisters of Mercy, Los Bengala, Balthazar o Novembre Elèctric.

Este 2022 has publicado un single con dos temas. Uno de ellos es una maravillosa versión de The Byrds. ¿Había algo de necesidad (al elegir un tema ajeno, aunque llevado a tu terreno sonoro) de coger aire después de un disco con una carga emocional tan fuerte como Hardcore From The Heart?

Decidí hacer la versión de «I Still Believe in You de The Desert Rose Band» porque, durante la pandemia, mi pareja estaba escuchando constantemente el disco Running y cada vez que sonaba «I Still Believe in You…» sentía una punzada en el estómago. Así que, como la otra canción, «Under This Bridge», había quedado fuera del Hardcore y tenía muchas ganas de sacarla, pensé que sería ideal hacer un 7 pulgadas con esas dos canciones, una en la cara A y la otra en la B. Así que, aprovechando que mi amigo Berni Sànchez quería que me pasara por su estudio de La Palmera del Carmel a grabar y a trabajar con él, pensé que sería ideal aprovechar la coyuntura para hacer esta versión. Quería mantener la estela sonora del disco y me parecía un epílogo bonito para cerrarlo.

El periodista Fernando Navarro escribió (con mucho acierto) en El País que Hardcore From The Heart era un disco que había que escuchar seguido y en el orden marcado porque tenía una razón de ser ese orden. ¿Qué importancia tiene para ti es orden? ¿Compones pensando en él?

El “tracklist”, el orden que las canciones ocupan en mis discos, es siempre un misterio para mí que se revela sobre todo en la fase de mezclas. Y sí, hay unas razones por las cuales elijo este orden y cada una ocupa su espacio dentro del álbum. Durante el proceso de composición, solo pienso en escribir y centrarme en conseguir melódicamente y líricamente aquello que quiero comunicar. Una vez esta fase está bastante avanzada, interviene la cuestión estética del álbum. ¿Qué quiero comunicar sónicamente? ¿Qué forma sonora doy a esto que estoy contando? Durante la grabación, siempre hay sorpresas, así que a veces, hay canciones que pueden cambiar mucho en comparación a su estado original, virgen.

Me gusta especialmente que periodistas como Fernando Navarro destaquen la importancia de escuchar un disco de principio a fin. Sé que este ejercicio de escucha es totalmente opuesto al modo en qué gran parte del publico consume la música, actualmente. Desde hace años, con la irrupción del streaming, la tendencia es la escucha fragmentada, el conjunto artístico ha desaparecido para la mayoría. Aunque parezca que es una tendencia utilizada para proyectos más minoritarios, lo cierto es que hay artistas que ocupan primeras ligas en el negocio musical, que también presentan sus trabajos al público siguiendo esta metodología clásica. Pero al final, es el oyente quien tiene que decidir cuál quiere que sea su experiencia. La escucha de discos y la escucha de canciones, es un acto sumamente íntimo y personal.

Hardcore From The Heart se grabó en Texas como tu anterior trabajo, Drippins Springs, aunque en un estudio diferente, y lo produce Ted Young, que también participó en el anterior. Sin embargo hay un marcado cambio de registro sonoro entre ambos discos. ¿Fue intencionado?

Con este disco me fui sin ninguna idea sonora preestablecida. Decidí que fuera la química que surgiera in situ en el estudio con los músicos lo que forjara el sonido. Evidentemente, Ted Young sabe cuales son mis influencias y con aquello con lo que me encuentro cómoda. Él contribuyó a ensanchar esos horizontes sonoros. Pero la otra figura clave aquí es el guitarrista Joey McClellan (de Midlake). Tenemos mucha química, siento que me puede leer y lo que aporta artísticamente parece una extensión natural de mis canciones. Es un privilegio poder contar con todos estos excelentes profesionales (Mckenzie Smith, Aaron McClellan, Jesse Chandler) que además de hacer su trabajo impolutamente, se implicaron personalmente con estas canciones.

Antes hacíamos mención a la importancia del orden de las canciones en el disco, aunque es un álbum que más que una historia narrada a través de las canciones transmite un relato ambiental, emocional y atmosférico.

El relato es sin duda emocional. Son historias que hablan de fantasías, también de miedos, de sueños y de deseo. Las canciones son pedazos de mí, algunas son historias vividas, otras sólo pensamientos y sentimientos. Es un recorrido emocional que pasa por distintos parajes, parajes que están representados por cada una de estas canciones.

¿Contribuye a ello que sea tu disco más largo (si exceptuamos el doble The Relief Sessions y aún así por poco) o que se abra con «Easy», que dura casi 7 minutos, y es tu canción de mayor duración?

Que el disco sea más largo, no tiene ninguna importancia. Cada canción reclama su cuidado y su dedicación. Hay algunas que con poco se ha dicho todo, otras que precisan de más elementos. Sólo intento honrarlas.

¿Crees que es un disco con el que has dado un paso adelante en tu carrera como cantante? En algunas canciones («You’re with Me…» o «Hotel Room 609», por poner dos ejemplos, aunque es extensible a todo el álbum) hay un cariz interpretativo a la hora de cantar que no aparecía tan claro en discos anteriores.

Estoy muy contenta de mi interpretación vocal en este álbum. Por otro lado, es un disco que se prestaba a una interpretación vocal distinta a los discos anteriores por razones temáticas obvias. Cada trabajo es un reflejo, una fotografía concreta de un momento determinado vital. Esto representan los discos para mí. Es cierto que con el tiempo he ido cogiendo seguridad con respecto a mi voz. Y ya en Dripping Springs hubo un cambio, como una especie de liberación emocional y psicológica. Creo sinceramente que este equipo de trabajo (Ted Young, Joey McClellan, Israel Nash, McKenzie Smit, Eric Swansom, Jesse Chandler, Aaron McClellan) me ha ayudado a crecer mucho artísticamente. A veces es solo cuestión de proveer al artista un lugar seguro en el que desenvolverse para conocerse y dejar los miedos atrás.

Cuando compones, ¿te aislas musicalmente y no escuchas nada para que no interfiera en tu trabajo o todo lo contrario y buscas donde crees que puedes encontrar inspiración o cierto camino a seguir?

Creo que sin ser intencionado, busco un equilibrio entre las dos opciones. Es verdad que me gusta mucho el silencio. Me ayuda a encontrar mi voz. Pero es cierto que hay discos y producciones que son faros, inspiraciones, referentes. Para Hardcore From The Heart puse como referentes a Chromatics, Phoebe Bridgers, David Lynch, Sarah Klang, Dean Wareham.