En las canciones de Sigarrito confluyen los aires folk, pop, rock, de americana,…pero sobre todo destaca la necesidad que tienen de conseguir una identidad propia. Ya lo dijimos en otra ocasión, y lo repetimos, la banda valenciana reivindica el formato canción más allá de etiquetas, sonidos o soportes. La muestra más palpable se encuentra en su último trabajo, el quinto, de título homónimo, que recoge seis canciones en las que suenan más a banda, más rotundos, incluso con apuntes psicodélicos. De todo ello, hablamos con Álex Albinyana, voz, guitarra, bajo y armónica del grupo.
Diez años como grupo y el quinto disco se titula como la propia banda. ¿Hay que entenderlo como el inicio de una nueva etapa, como la reivindicación de todo lo hecho hasta el momento, …?
Habría que entenderlo como el inicio de una nueva etapa, o más bien la reafirmación de esta. Realmente, marcaría el inicio de la nueva etapa en Somàtic. No obstante, este disco está grabado en directo y por todos los componentes del grupo, es como una carta de presentación de lo que somos ahora mismo.
El disco suena más enérgico, más musculoso, más rockero, más compacto como grupo, que en los trabajos anteriores.
Sí, diríamos que ha sido intencionado. Lo que hemos hecho para que así fuera es complicado de explicar, ya que en realidad el sonido que tenemos ahora lo hemos estado buscando desde hace tiempo. Es el resultado de unos cuantos años trabajando en canciones y buscando tipos concretos de sonido para estas. En realidad, en definitiva, el disco suena como nuestros directos, que sí… son más enérgicos desde hace años de lo que hay representado en los discos. Queríamos conseguir ese sonido, el nuestro, y creo que lo hemos conseguido.
Un buen ejemplo de lo anterior son las revisiones que hacéis de dos temas vuestros (Cíclic y La Llimera, en la que fusionáis dos temas del disco anterior). ¿Por qué tuvistéis esa necesidad y por qué, precisamente, esos temas?
Siguiendo con el tema «rockero-enérgico», Cíclic es una de las canciones que más potencia tienen en los directos y una de las que más cambiamos desde su versión anterior, en Somàtic. Nos atraía la idea de incluírla en la nueva grabación para que estuviese disponible para su escucha en cualquier momento. La Llimera #2 ya la compuse en su día para que siguiese a La Llimera #1 en los directos, aunque en su día se dejaron las dos separadas para respetar el orden cronológico de las canciones de Del 30 de Març al 26 d’Abril. Pero, en realidad, la versión que hemos estado tocando desde el primer directo de presentación ha sido la que podéis encontrar en el nuevo disco, la versión completa. Ahora está algo más pulida, la hemos ido perfilando con el tiempo. Queríamos incluirla porque creemos que es una de las canciones que más nos caracterizan, a parte de ser una de las que más disfrutamos en los directos. Como dato curioso, además, La Llimera #1 habla del fin de todas las cosas y La Llimera #2 habla, a su vez, del principio. Así que le va bastante bien formar parte de un disco que es como un reinicio.
Aunque las melodías siguen estando presentes en todas las canciones, da la sensación de que en este disco os obsesionan menos, como que disfrutáis más en el camino, en los desarrollos…
Es una buena pregunta. En realidad la razón principal para esto es que hemos participado todos los componentes del grupo en las canciones, mientras que en los dos anteriores discos sólo había participado yo. Puede que tuviese más que decir desde el punto de vista de las melodías, las letras, la forma más básica de las canciones. Pero, ahora, cada miembro de la banda tiene mucho que decir desde su punto de vista y la parte que le toca. Además, como grupo, vamos avanzando todos juntos en cada canción y disfrutamos, como has dicho, en el camino y en los desarrollos.
Puede que como consecuencia de lo anterior se añade un nuevo ingrediente a vuestro sonido (o adquiere más protagonismo), los aires psicodélicos que acompañan a las canciones…
Exacto, una cosa lleva a la otra. Depende de cada canción y lo que esta parezca necesitar, en cualquier caso.
En las letras se vislumbra cierto inconformismo hacia todo aquello que nos pueda atenazar. ¿Buscabáis algún hilo narrativo entre todas ellas?
No, en absoluto… creo que tiene que ser una cuestión en la que mi subconsciente entra bastante a menudo. Igual nos viene bien a todos tenerlo en cuenta, de todas formas.
¿Qué papel ha tenido David Garzinsky en el resultado final? ¿Por qué le buscastéis a él?
David Garzinsky ha sido la parte técnica de la grabación, él ha hecho que la cosa suene bien. Él ha grabado, mezclado y masterizado el disco. En realidad fue David el que en un principio me sugirió grabar algo en su estudio. Ya teníamos unos cuantos amigos en común, tenemos bastante afinidad musical y confiamos en su experiencia y profesionalidad. Al final ha salido bien la cosa, estuvimos muy a gusto grabando con él y estamos muy contentos con el resultado.
¿Cómo ves el panorama musical en València?
No tengo todo el panorama a la vista, obviamente, pero lo que veo es que hay mucho y de mucha calidad. Y el flujo es constante. Además se programan muchos conciertos interesantísimos contínuamente. En definitiva, veo el panorama musical muy vivo.