Juliane Petri.

Juliane Petri (Leipzig, 1967) es diseñadora gráfica y paisajística. Llegó a València en 1994 («aquí llevo 27 años, o media vida, cómo pasa el tiempo, hacía tiempo que no había hecho la cuenta»). Forma parte del estudio el almudín, aunque también realiza trabajos de manera independiente.

Entre los últimos, destaca el realizado para el espectáculo de danza Tout finira bien, de Christine Cloux y Jorge Picó, «en el que he tenido la suerte de participar en todo su proceso de creación. Es un proyecto del que han surgido otros: el libro de ilustraciones de Carles Maiques, una edición limitada realizada de forma artesana en formato de bloc de dibujo. O también el photobook en formato de postales El cuerpo tiene memoria, la danza no tiene edad, una presentación de la trayectoria de la bailarina Christine Cloux».

También relacionado con las artes escénicas, ha realizado el diseño de la revista Escena Valenciana, un proyecto del Centro de Documentación Escénica del Institut Valencià de Cultura. «La publicación está dedicada a la investigación e innovación docente en el ámbito de las artes escénicas valencianas. Es una revista académica indexada disponible en formato digital con un diseño híbrido que también permite la impresión a demanda. Este año se presentó el primer número de la revista que tendrá periodicidad anual».

Siguiendo en el mismo campo artístico, la diseñadora alemana fue galardonada con un Premio Graphis Plata por el cartel del festival Sagunt a Escena en su edición del año pasado.

Además ha creado la imagen gráfica de las próximas IV Jornadas de Creació d’Arts Escèniques per a la Infancia i la Joventut o la de la campaña del próximo curso de la Escuela Ju Ying de Medicina Tradicional China Integrativa que tiene su sede en València.

El proyecto que le lleva ocupando un tiempo «es un libro en memoria del ingeniero estructural Mamoru Kawaguchi, conocido en España por ser coautor del Palau Sant Jordi en Barcelona para los Juegos Olímpicos del 92. También es coautor de uno de los edificios deportivos construidos para la olimpiada de Tokio de 1964, y que va a ser usado de nuevo en los juegos que se celebran este año. El libro es un encargo de la International Association for Shell and Spatial Structures (IASS)».

Un diseño de València que te gusta

Foto: Diego Obiol.

Foto: JP.

Voy a nombrar dos diseños relacionados con el agua: el Cauce del Río o Jardín del Turia y las cabecitas de las bajantes de hierro fundido, estas “cares d’aigua” como me parece que se llaman que te miran en todas partes cuando paseas por Ciutat Vella.

El Jardín del Turia, como diseño de equipos múltiples, impulsado por el deseo de la población. Recorre la ciudad de punta a punta y genera una diversidad de actividades increíbles, entre deporte, música, acrobacias, pintura artística, encuentros de todo tipo. Se respira libertad y un sentido de convivencia abierta que añade a la cultura mediterránea el ambiente de metrópolis. Desde los puentes y alamedas paseas entre copas de árboles. Para mí es el precursor del Highline de Nueva York que a Jane Jacobs la costó una dura lucha.

Y estos rostros del agua, esta forma de humanizar unas infraestructuras, un diseño que no tiene una autoría clara y simplemente está, y se funde con su entorno como si hubiese estado siempre. Cuando el diseño consigue esto, me parece una gran maestría.

Y si el mar fuese diseño lo añadiría como tercer elemento…

Un diseño de València que no te gusta

Foto: Saz Enif.

Foto: JP.

La torre Miramar, a la entrada a València, junto con todo su entorno. Está bien que se haya eliminado el paso superior que había en este lugar, pero lo que se ha creado es un recibimiento de València algo hostil, totalmente fallido, inutilizable y una oportunidad perdida para este cruce entre ciudad y huerta. Debo confesar que no he ni intentado subir, aunque vivo muy cerca. Prefiero mil veces el Miguelete.

Otra cosa que no me gusta nada son las nuevas placas de calles que se están colocando, con este amarillo y azul haciendo que todas las calles parezcan envíos urgentes de correos. Temo el día que sustituyan las placas azules esmaltadas con sus tipografías funcionales que quedan en Ciutat Vella. En la placita que tenemos enfrente del estudio ya hay una nueva. Es un diseño innecesario y a peor.

 

¿Que te gustaría diseñar en València?

València es casi perfecta, jajaja. Marcar una senda desde la Plaza de la Virgen hasta el mar, con señales gráficas y unos pictogramas que te cuenten algo de los lugares que atravieses y a su vez te recuerden que estás yendo en dirección al mar. Una conexión gráfica a modo de un juego, al margen de los recorridos por las grandes avenidas, me parecería una acción chulísima. Una especie de concha del Camino de Santiago pero con más diversidad, jugando con la colorida cerámica valenciana.

Anteriores entregas de Diseño en 3D:

Kike Correcher

Nueve

Nacho Timón

Lina Vila