A Lina Vila le preguntamos en una ocasión a quién le dedicaría una calle en València. Contestó que a Francisco Ibáñez, el dibujante de tebeos. Si ya éramos fans de ella por su trabajo, desde ese día nos autonombramos presidentes de su club de fans. Su trabajo es el de diseñadora gráfica. El color, la elegancia, el humor o el buen gusto son algunos de los rasgos de su estilo que si se caracteriza por algo, sobre todo, es por comunicar aquello que quiere de una manera sencilla (que no simple) y directa, sin tener que renunciar a su personalidad.
Entre sus trabajos más recientes, destaca el diseño de la imagen para los Talleres Sociales 2021 de la Fundación Bancaja. También el del último disco de Sole Giménez, Mujeres de Música Vol.2, «un álbum en formato libro del que ambas estamos muy satisfechas, como cuando meriendas bien». Además, se ha encargado de la imagen de Micell (Mostra Infantil de Cinema Educatiu de Llíria), «un proyecto maravilloso, colorista y muy divertido». Y está «desarrollando la del Bosc de la Benvinguda del Ayuntamiento de Llíria. Cada niño y cada niña que nace en Llíria plantará un árbol y crecerán juntos. Ecología y buenos valores por lo que és súper recomendable».
Suyo es el diseño de la revista Pantera, de Savanna Books, «una publicación para los niños y niñas que sí quieren salvar el planeta. En estos momentos ya vamos por el número 5, buenos artículos y magníficas ilustraciones y fotografías, todo bajo la estricta exigencia y buen criterio de la editora Cristina Camarena». El recuento de su actividad más reciente lo cerramos con el packaging que está realizando de una gama de productos congelados para la empresa Icebergs. «Espero conseguir que esos productos que encontramos en las enormes neveras de los supermercados sean gráficamente más interesantes».
Lina Vila es la protagonista, este mes, de nuestra sección Diseño en 3D, una excusa para pasearnos con ella por València y que nos confiese lo que le gusta y lo que no.
Un diseño de València que te gusta
El edificio de Bombas Gens. Me parece un claro ejemplo de cómo se puede mantener el patrimonio histórico respetando la singularidad de su arquitectura. Si a eso, luego le sumamos el valor del nuevo proyecto se convierte en un baile perfecto. Sucede pocas veces, es una especie de milagro.
Un diseño de València que no te gusta
Elijo la Plaza Redonda, desde luego aquí el milagro no sucedió. Desde su remodelación, para mí, ha perdido totalmente el encanto que todos recordamos, antes era entrañable, ese caos maravilloso que le caracterizaba: puestos de mercerías, rótulos, colores…esa calidez. Creo que una remodelación más respetuosa hubiera sido muy de agradecer. Ahora cuando voy, aunque sea agosto, me pongo una chaquetita del fresquito que me da. Vamos, que me da frío verla, por si alguien no lo pilla.
Y ya que estamos, si cogéis la chaquetita, pasaros por el Hotel Balneario Las Arenas. También lo considero otra oportunidad perdida que no puedo entender cada vez que voy y comparo mis recuerdos con esa mole de cemento. Parece un resort propiedad de una legión de Astérix, siempre pienso “¡Que penux!”.
¿Que te gustaría diseñar en València?
Por favor San Verlanga, ¡Que me encarguen un parque infantil! Conseguir soluciones gráficas distintas para esos espacios sería lo más. Va, y ya por pedir, si me propusieran hacer más amables y dicharacheras las zonas pediátricas de los hospitales os prometo que haría la voltereta lateral doble, giro en molinete con final en espagat.
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