La compañía valenciana Dunatacà presenta en el Talia una obra que explora la autoexigencia, el cuidado mutuo y la vulnerabilidad en clave poética y pictórica.
El próximo miércoles 4 de diciembre, el Teatre Talia de València será el escenario del estreno oficial de cos ser i cantar, la novena producción de la Cia Dunatacà. La obra, enmarcada dentro de la plataforma Graners de Creació, reflexiona sobre las herramientas que usamos para afrontar el agotamiento cotidiano, especialmente en las mujeres.
A través de una propuesta que combina lo moderno y lo ancestral, la pieza invita a la contemplación y reivindica la colectividad como respuesta a la autoexigencia y el frenético ritmo actual. Este estreno consolida a la compañía, que se acerca a su décimo aniversario, como un referente en la danza contemporánea valenciana. Conversamos con Andrea Torres, que codirige e interpreta junto a Mónika Vázquez esta pieza.
La obra explora el agotamiento y la autoexigencia, sobre todo en las mujeres. ¿Qué mensaje esperáis que se lleve el público tras verla?
Esperemos que el público se lleve a casa un mensaje de sororidad, de paz, de calma; como una llamada al soporte colectivo y a la necesidad de parar.
Utilizáis un lenguaje poético y fresco para revelar estos temas. ¿Cómo se traduce esto en la escenografía de la obra?
La escenografía minimalista hace eco a como Abbot Miller define la apariencia. Lo aparente es color, escala, proporción, tipografía y movimiento. Las sensaciones se basan en las experiencias y en las emociones. Las piezas que integran la escena persiguen provocar en el público la sensación de vacío y austeridad. De naturaleza casi muerta y sombría, por la necesidad de descanso y de desintoxicación sobreinformativa de la mujer.
¿Qué papel juega el colectivo en el mensaje de la obra, y cómo buscan transmitir la importancia de esta unión en el escenario?
El colectivo y el soporte mutuo lo es todo en esta pieza. A medida que íbamos trabajando las escenas en el proceso de investigación, nos dimos cuenta de que esto era más evidente entre mujeres; y es así como queda reflejado en la pieza. A través de los cuidados, el apoyo mutuo y la colaboración para sostenernos y seguir en pie: los soportes corporales, anclajes físicos e imágenes pictóricas son algunas de las herramientas que utilizamos.
Residencias y apoyos internacionales
La creación de cos ser i cantar ha contado con el respaldo del IVC-Arts Escèniques y el Ayuntamiento de València, además de residencias en espacios como el Teatro Eilertsen & Granados en Noruega. La producción también tuvo un papel destacado en el Festival Dansa València y ha realizado actividades de mediación como Pasen y paseen.
Con este estreno, Dunatacà ofrece un espacio de reflexión, aceptación y belleza, convirtiendo la danza en un homenaje a los cuerpos que, vulnerables pero resilientes, encuentran fuerza en el colectivo.